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jueves, 25 de noviembre de 2010

La misión dada a los Padres.

Pensamiento central
El nacimiento de Jesús y sus preparativos, así mismo, el mandamiento de Jehová al pueblo de Israel nos enseña la forma apropiada de educar y criar a los hijos.

Lucas 2:21-23
21Y pasados los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre JESUS; el cual le fué puesto por el ángel antes que él fuese concebido en el vientre.
22 Y como se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme á la ley de Moisés, le trajeron á Jerusalem para presentarle al Señor, 
23 (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será llamado santo al Señor),

Deuteronomio 6:2-9; 20-25.
 2 Para que temas á Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean prolongados. 
3 Oye pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien, y seáis multiplicados, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres, en la tierra que destila leche y miel.
4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es: 
5 Y Amarás á Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todo tu poder. 
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: 
7 Y las repetirás á tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes: 
8 Y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos: 
9 Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas
20 Cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios, y estatutos, y derechos, que Jehová nuestro Dios os mandó? 
21 Entonces dirás á tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte; 
22 Y dió Jehová señales y milagros grandes y nocivos en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos; 
23 Y sacónos de allá, para traernos y darnos la tierra que juró á nuestros padres; 
24 Y mandónos Jehová que ejecutásemos todos estos estatutos, y que temamos á Jehová nuestro Dios, porque nos vaya bien todos los días, y para que nos dé vida, como hoy. 
25 Y tendremos justicia cuando cuidáremos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado.


Revisión de Reina Valera 1909.

Comentario Bíblico
El pasaje bíblico de Lucas 2:21-23, Nos habla de la forma en que dedicaron a Jesús en su nacimiento al Padre celestial. Esto nos enseña la importancia de darle lugar a la entrega de los niños a Dios para consagrarlos a Dios haciendo así un compromiso de educar a los mismos a servir al Dios a quien se les entregó. Sabemos que los niños son de Dios, y que no tienen pecados. Pero vemos que dedicar un niño a Dios, al presentarlos a El se logra en este niño que el favor de Jehova sea con el en su crecimiento y crea en los padres el temor y el compromiso de educarlos en el conocimiento pleno de Dios y su Santa Palabra. 

Vemos que en el versículo 21 habla de que a los ocho días de nacido, Jesús fue circuncidado y presentado a Dios. Los niños en aquel tiempo se presentaban a los ocho días de nacidos. Vemos que sólo circuncidaron a Jesús y lo presentaron, no dice que lo bautizaron. La Biblia enseña que el  bautismo es sólo para el que creyere en el Señor (Marcos 16:15-16→15 Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio á toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. ). Un niño es inocente e incapaz de tomar decisiones por si sólo, no tiene pecados. Por lo tanto no debe ser bautizado. El bautismo es para pecadores arrepentidos que han creído en el Señor Jesús como su salvador. 

En Deuteronomio 6:2-3 vemos que Jehová le da un mandato a la familia, comenzando por los padres, luego le siguen los hijos y nietos. Que guardasen los mandamientos de Jehová todos los días de sus vidas y le hace mención al padre de la misma promesa que Dios le da a los hijos que honran a sus padres, de alargarles los días de vida en la Tierra. Vemos que también es promesa para el padre si honra al Padre celestial guardando el mandamiento de Dios y sus decretos. 

En el versículo 4 en adelante explica que Jehová uno es, aclarando al pueblo de Israel que el único y verdadero Dios es Jehová para que no se desviasen a adorar a otros dioses.  Luego dice que debe amar a Dios de todo corazón, de toda el alma y con todo el poder dejando saber que es necesario que Dios sea primero en nuestras vidas, evitando pecar y desagradar a Dios en algún aspecto de nuestras vidas. No olvidando la palabra y el mandato de Dios de permanecer limpios delante de él. También hace mención de hablar de esa palabra de obediencia a nuestros hijos repitiendo lo que Dios ha hablado, a los mismos. También hablando en la casa y durante el camino a donde nos dirigimos, en la noche al acostarse a dormir y en la madrugada al despertar. Es decir, que en todo momento hagamos mención de Dios y lo necesario que es obedecer su palabra. 


El hijo aprende de los padres cuando estos responden a las dudas o preguntas que tienen los hijos con respecto a la necesidad de buscar de Dios y lo que significa servir a Dios. Los padres deben contar a los hijos las grandezas que Jehová a hecho en sus vidas y las experiencias obtenidas en la búsqueda de Dios. Se le debe explicar a los hijos que hay una razón clara por la que buscamos a Dios, para que ellos puedan entender la importancia de seguir el camino trazado por el Señor. Una aclaración que deben hacer los padres a sus hijos es que podemos sufrir consecuencia al no guardar los mandamientos de Dios. Que tanto al hijo como al padre son llamados a fidelidad con Dios. El hijo honra a su padre y el padre terrenal honra a el padre celestial, de esta forma se cumple el mandamiento de Dios y se logra agradar a Dios y recibir bendición. Guardando toda su palabra haremos que nuestra familia sea hallada justa delante de Dios.




Autora: Yashira Laboy


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